República Dominicana: un país business friendly para invertir en energías renovables
30 Septiembre 2022
Autores: Ney de la Rosa y Gustavo Pérez
Las energías renovables adquieren vital importancia, por su reducido impacto negativo en el medio ambiente y los recursos naturales.
Importancia de un suministro energético de calidad para el país
Entre los principales retos que enfrenta la sociedad actual, es la constante necesidad de satisfacer la creciente demanda de energía para el buen funcionamiento de la mayoría de las actividades humanas; por su indispensable uso en el hogar, en el transporte (terrestre, marítimo y aéreo), en el funcionamiento del aparato productivo, entre otros.
Es necesario garantizar un suministro energético constante y de calidad, lo cual constituye un tema de vital relevancia para cualquier nación, independientemente de dónde se encuentre localizada; o de la visión particular que tenga en los campos político, social o económico.
Esto en razón de que, sin la existencia de un adecuado aprovisionamiento en materia energética, ningún país estará en condiciones de consolidar una estrategia económica robusta, saludable y sostenible en el tiempo.
Cambio de paradigma: una energía que contribuya a la sostenibilidad del medioambiente y los recursos naturales
La realidad impone no solo una necesidad de suplir la creciente demanda de recursos energéticos, sino también la diversificación de sus fuentes, para con ello palear y eventualmente reducir de manera significativa, el impacto negativo que ha acumulado el uso de combustibles fósiles en el medioambiente. Especialmente sus efectos ya palpables en el cambio climático y en el sostenimiento de los ecosistemas.
Este impacto negativo conllevó al surgimiento de nuevos paradigmas, enfocados en la visión renovada sobre a dónde debe dirigirse la sociedad y, cómo garantizar a las futuras generaciones las ventajas de la vida moderna. Esta visión requiere un abastecimiento creciente y sostenible de energía que sustente el crecimiento económico y social, sin comprometer con ello el medioambiente y el planeta.
En este escenario las energías renovables adquieren vital importancia, por su reducido impacto negativo en el medio ambiente y los recursos naturales. Las energías renovables que se destacan en esto son las energías eólica, solar, hídrica, biomasa, entre otras.
Ante esta realidad, surgieron los llamados “Derechos de Tercera Generación”, entre los que se incluye el derecho a un medioambiente sano, aumentando con ello la carta de obligaciones de los Estados, al tener estos que garantizar una nueva serie de derechos que eran extraños a la visión tradicional que previamente se tenía, como son los derechos medioambientales.
Marco legal para fomentar inversiones en energía renovable
En República Dominicana el parque energético se ha sustentado en combustibles fósiles, y en menor grado en energía hidroeléctrica. Por ello, para promover la diversificación de las fuentes de generación eléctrica -y en especial el uso de las energías renovables-, se contemplaron una serie de incentivos que promovieran la inversión en este último renglón.
Esto era absolutamente necesario, ya que frente a los aspectos morales, sociales, medioambientales e incluso de sostenibilidad sistémica envueltos en la utilización de fuentes energéticas más amigables al medioambiente, nos encontrábamos frente: i) a una infraestructura energética casi completamente dominada por los combustibles fósiles y, ii) un marco legal nada atractivo en el incentivo de la inversión en esquemas de negocios favorables (business friendly) para la diversificación de la matriz energética.
El primer paso era crear un marco legal suficientemente atractivo para atraer la inversión de actores privados en el ámbito local y, la inversión de capitales internacionales; esta última suele tener mayor acceso a financiación y a tecnologías de punta.
Inversión privada atraída por paquete de exenciones e incentivos y seguridad jurídica
En este sentido, en el año 2007 el legislador dominicano aprobó la Ley 57-07 sobre Incentivo al Desarrollo de Fuentes Renovables de Energía y de sus Regímenes Especiales, la cual desde entonces constituye el marco normativo y regulatorio fundamental para la diversificación de la matriz energética dominicana, a través de la promoción, incentivo y desarrollo de las energías renovables.
Los artículos 9 al 14 de la Ley 57-07 listan los incentivos generales a la producción y al uso de energía renovable. Estos son variados, contemplando exenciones impositivas en diferentes cuestiones como en la importación de equipos y maquinarias, impuesto sobre la renta, financiamiento externo, entre otras.
Como se puede observar, es un paquete de exenciones e incentivos bastante amplio, que resulta atractivo para la inversión privada. Todo esto, sumado al clima de seguridad jurídica y la paz social con la que cuenta la República Dominicana, el país se consolida como un destino ideal para la inversión en energías renovables.
Aumenta la inversión en energía renovable, mientras decrecen las fuentes de derivados de petróleos
Ahora bien, ¿esta inversión ha generado resultados para la República Dominicana? Según el informe de la Asociación Dominicana de la Industria Eléctrica (ADIE) presentado en el año 2020, la diversificación energética en República Dominicana desde el año 2000 al 2020 ha sido significativa.
Inicialmente, la distribución de las fuentes de energía se encontraba segregada de la siguiente manera: 88% derivados del petróleo, 3% carbón y 9% hidroeléctricas. Para el año 2020, se reflejaba de la siguiente manera: gas natural 30%, carbón 37,1 %, derivados de petróleo 16,7 %, agua 7%, biomasa 0,9%, viento 6,4% y sol 1,7%.
A partir de esto se puede concluir con lo siguiente:
– Es innegable que el parque energético dominicano está verdaderamente diversificado.
– Las fuentes de energía provenientes de derivados del petróleo, han experimentado un importante decrecimiento.
– La inversión en energía renovable ha sido importante, constituyendo este tipo de energía casi el 10% de la generada en el país.
Comprometidos con proteger el medioambiente y preservar el equilibrio ecológico
Estos avances citados son igual de importantes como su sostenibilidad en el tiempo. Para ello, con la promulgación de la Constitución del año 2010, la República Dominicana avanzó otro peldaño para ponerse en sintonía con este nuevo patrón.
Toda vez que en la misma fueron constitucionalizados ciertos derechos de tercera generación, entre los que se encuentran la protección del medioambiente y la conservación del equilibrio ecológico, consagrando a los mismos como derechos fundamentales constitucionalmente protegidos.
Esto sirve de base para la puesta en marcha de políticas públicas sostenibles en materia energética y medioambiental, en consonancia con lo dispuesto por el artículo 67 numeral 3 de la Constitución, en el sentido de que “el Estado promoverá, en el sector público y privado, el uso de tecnologías alternativas no contaminantes”.
República Dominicana: un destino seguro para invertir en “energías limpias”
La implementación de la transición energética en la República Dominicana a “energías limpias” es un proceso que ha dado resultados en un período de tiempo relativamente corto.
Diferentes administraciones han reiterado su apoyo a la promoción y fomento de la inversión privada en este tipo de fuentes de energía; demostrando una estabilidad y continuidad que garantiza la protección de las inversiones.
Todavía queda mucho por crecer, siendo el norte de todos estos esfuerzos la autosuficiencia energética. En la consecución de este objetivo, las energías renovables continuarán jugando un papel de suma importancia.